Con motivo de de la unidad referida a nuestro cuerpo, hemos aprendido lo importante que es cuidarnos en todos los aspectos.
Para ello hemos organizado un hospital en aula, para practicas diferentes cuidados a nuestros muñecos, como verdaderos doctores y doctoras.
La mesa de operaciones siempre llena y siempre atendida por entregados doctores y doctoras.
Nos ponemos los zapatos especiales para entrar en el quirófano.
Los guantes también son importantes para cuidar de los enfermos.
La peluquería siempre ha estado llena, hemos ejercido nuestra profesión con todo detalle. Peinando las diferentes cabezas.
También nos hemos "lavado el pelo" con un estupendo masaje.
Hemos practicado diferentes técnicas: puesta de rulos, tintes, secador, planchas...
Para poder disfrutar en grupos más pequeños y aprender a compartir y rotar por las diferentes actividades hemos abierto también el garaje y la mesa de arena.
El juego simbólico es una actividad esencial en la etapa infantil, ya que contribuye significativamente al desarrollo cognitivo, emocional, social y lingüístico de los niños, sentando las bases para su aprendizaje y crecimiento en todas las áreas de la vida.
Desarrolla el pensamiento abstracto: A través del juego simbólico, los niños pueden representar situaciones, personas o cosas que no están presentes físicamente. Esto les permite desarrollar habilidades para pensar de manera abstracta, lo que es crucial para el aprendizaje posterior en áreas como las matemáticas y la lectura.
Permite la expresión de emociones y experiencias: El juego simbólico brinda a los niños un espacio seguro para expresar y procesar sus emociones, miedos y experiencias. Pueden representar roles y situaciones que les permiten explorar y comprender el mundo que les rodea de una manera controlada y creativa.
Potencia el desarrollo del lenguaje: Durante el juego simbólico, los niños suelen interactuar verbalmente, ya sea hablando consigo mismos o con otros niños que participan en el juego. Esto les proporciona oportunidades para practicar el lenguaje, expandir su vocabulario y mejorar sus habilidades de comunicación.
Fomenta la creatividad: Al jugar roles y crear escenarios imaginarios, los niños desarrollan su capacidad para ser creativos y resolver problemas de manera innovadora. Pueden inventar historias, crear personajes y explorar diferentes posibilidades, lo que estimula su imaginación y pensamiento divergente.
Contribuye al desarrollo social y emocional: El juego simbólico implica colaboración, negociación y resolución de conflictos entre los niños que participan. Aprenden a compartir, tomar turnos, trabajar en equipo y entender las diferentes perspectivas de los demás. Estas habilidades sociales son fundamentales para establecer relaciones saludables y funcionar en sociedad.
